Gabinetazo de Falzatis; ¿renunciará Irma Piñeyro?

Alfredo Martínez de Aguilar/ Despertar

Los escándalos empiezan a caracterizar, lamentablemente, el inicio del gobierno de la alternancia, por lo que todo parece indicar que éste será el sino de de los vencedores del PRI el 4 de julio.
Primero, fue el nombramiento de personajes sumamente cuestionados públicamente por su presunta corrupción en la administración pública federal, Gerardo Cajiga Estrada y Jorge Castillo.
A ellos, se suma Alberto Vargas Varela, cesado como gerente del desaparecido Banco Serfín, hoy Santander, por el manejo de las cuentas del gobierno de Diódoro Carrasco Altamirano.
Después se dio el despilfarro en la parafernalia en la toma de posesión de Gabino Cué, totalmente incongruente con el compromiso de hacer de la austeridad la característica de su gobierno.
Ahora, sobreviene la fundada sospecha de que algunos de los personajes nombrados como secretarios se ostenten como profesionales en diversas disciplinas sin serlo realmente.
Pasaremos así de la tragedia del gabinetazo a la comedia de los Falzatis, empezando por Irma Piñeyro en la Secretaría General de Gobierno, quien no presentó ni título ni cédula profesional.
Por tal motivo, los diputados de la fracción parlamentaria del PRI en la LXI Legislatura del Congreso del Estado, se opusieron tajantemente a ratificar el nombramiento de Piñeyro Arias.
Irma, no presentó ni título ni cédula profesional que la acrediten como Licenciada en Sociología, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), profesión que ostenta.
Situación que obligó a posponer la ratificación de la responsable de la política interior del estado hasta la sesión ordinaria a realizarse mañana miércoles, lo que se llevó entre las patas la elección del nuevo Procurador de Justicia.
Según trascendió en el análisis y discusión del currículum del gabinetazo esta situación se repite con otro de los flamantes funcionarios, Óscar Cruz López, subsecretario de Desarrollo Político.
Y todavía falta el alud de críticas por la construcción de la Pista de Hielo al estilo Ebrad, en total incongruente con el compromiso de hacer de la austeridad la característica del gobierno entrante.
Lo peor que puede ocurrirle a Irma Piñeyro Arias, renuncie o no al sostenerla contra viento y marea para no agraviar a Elba Esther, es pasar al anecdotario político como la versión femenina de Fausto Alzati.
El brillante colaborador de Ernesto Zedillo tuvo que renunciar a la Secretaría de Educación Pública en medio del escándalo por ostentarse durante varios años como lo que no era, doctor en Economía por Harvard.
Si bien es cierto que la secretaria general de Gobierno no está obligada legalmente a acreditar un título profesional, no es menos cierto que en el caso de Irma está obligada moralmente a demostrarlo por ostentarse como tal.
Escándalo semejante protagonizó Jorge Eduardo Franco Vargas al ostentarse y firmar como Licenciado en Derecho sin serlo durante su desempeño, curiosamente, también como secretario general de Gobierno.
Estos primeros escándalos empañan al naciente gobierno de la alternancia y dejan muy mal parada su imagen de probidad y congruencia al convocar supuestamente a los mejores hombres y mujeres de Oaxaca.
Por congruencia y por salud pública, los funcionarios cuestionados por la opinión pública debieran ser motivo de un primer ajuste en el gabinete legal del gobernador Gabino Cué Monteagudo.
De antemano, sabemos que ello difícilmente ocurrirá por la lectura política equivocada de no ceder supuestamente a presiones, lo que deja entrever un dejo de soberbia que caracterizó al PRI-gobierno.

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