¡Al diablo las instituciones! Gobierno legal, pero ilegítimo

Alfredo Martínez de Aguilar/ Despertar

 

Once años luchó Gabino Cué contra viento y marea para ganar la gobernación, pero después de asumir el poder sólo nueve días le llevó caer en la ilegalidad y deslegitimar su naciente gobierno.
Desafió y enfrentó el poder aplastante de los gobernadores José Nelson Murat Casab y de Ulises Ruiz Ortiz, antes de aliarse con el primero y con Jorge Franco, para derrotar al PRI-gobierno.
En una decisión totalmente incongruente, al igual que lo hacía el PRI-gobierno, el gobernador de la transición, ordenó a sus borregos en el Congreso ratificar el nombramiento ilegal de Irma Piñeyro.
Nada extraño si recordamos que Manuel Andrés López Obrador mandó al diablo a las instituciones nacionales, por lo que siguiendo esa línea política Gabino puede mandar al diablo la ley. Al tiempo.
¡Que Dios nos agarre confesados. Salvo, prueba en contrario, la ilegalidad será la principal característica de un gobierno populista, que mañana da circo antes que pan con la pista de hielo!
¿Y, entonces, dónde quedaron los cuestionamientos y el intenso pitorreo al Señor Pérez porque éste no contaba con ninguna profesión y menos estaba en posibilidad de acreditarla legalmente?
A la distancia y a la luz del affaire por los Falzatis en el gabinete, ni duda cabe que el escándalo electoral no era más que parte de la campaña negra contra el candidato a gobernador del PRI.
Enloquecidos por la soberbia de la borrachera del triunfo, sus asesores de cabecera cilindrearon a Gabino para incluir como requisito obligatorio que los nuevos funcionarios contaran con título.
El odio y la sed de venganza de los opositores ahora en el gobierno les llevan a cometer graves errores que con el tiempo se revertirán como todas las acciones negativas. ¡Que se joda Oaxaca!
Bajo esta óptica Gabino envió al Congreso local la iniciativa de nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo con el cuento de privilegiar la honestidad, capacidad y transparencia de su gobierno.
Al ordenar a sus peones en la LXI Legislatura dispensar que la Secretaria General de Gobierno sea una Falzati, el gobernador viola la ley y pierde autoridad moral y hace perder autoridad a Irma.
Esta equivocada decisión genera, asimismo, un conflicto legal innecesario al dar oportunidad al PRI que interponga una controversia constitucional que seguramente provocará la renuncia de Irma.
Será este affaire el primer escándalo nacional del gobierno de Gabino al que seguirán muchos más controversias como en su momento lo hizo la oposición ahora en el poder contra Ulises Ruiz.
Lo peor es que el papel de Falzati de Irma, no es el único, sino también el de los secretarios Salomón Jara y Adelfo Regino, y de los subsecretarios Oscar Cruz López y Lenin López Nelio.
¿Dónde quedó el cambio por el que miles de oaxaqueñas y oaxaqueños votaron el 4 de julio, si se sigue violando la ley y el gobernador en turno sigue dando órdenes al Poder Legislativo?
Ahora resulta que Flavio Sosa es más congruente y respetuoso de la ley, toda vez que junto con Hita Beatriz Ortiz Silva exigieron a Gabino Cué “corregir sus errores e incongruencias”. ¡Qué tal!
Los que se vieron muy mal fueron algunos diputados priistas, encabezados por el presidente de la Junta de Coordinación Política, quienes también se hicieron cómplices de la violación de la ley.
Ni hablar, al parecer ya le llegaron al precio al coordinador de la fracción priista Martín Vásquez. ¿Su imposición sería otro de los equívocos de Ulises? ¿O cree que así amarrará la senaduría?

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