“Las policías políticas llegaron a controlar las fi nanzas de Oaxaca”, alerta el ex líder del movimiento estudiantil del ‘68, Amado Sócrates Campos Lemus, quien además señala que la implantación de una dictadura policíaca es un riesgo latente en la entidad, misma que vendría acompañada de una oleada sangrienta contra líderes sociales y políticos incómodos.
La implantación de una dictadura policíaca es un riesgo latente en la entidad a partir de ahora, que además vendría acompañada de una oleada sangrienta contra líderes sociales y políticos incómodos, alertó el ex líder del movimiento estudiantil del ‘68, Amado Sócrates Campos Lemus.
Cuestionado sobre el panorama que espera a la entidad, quien dijo tener relación con varios exgobernadores locales observó que arribarán al estado, dentro de la nueva administración gubernamental, personajes vinculados al gobierno federal y quienes comparten la visión de implantar una dictadura policíaca en todo el país.
Tales personajes que Campos Lemus ubicó a DESPERTAR son, entre otros, el Secretario de Seguridad Pública y el Secretario de Finanzas, Marco Tulio López Escamilla, y Gerardo Cajiga Estrada, respectivamente, vinculados al panista y expriista, Diódoro Carrasco Altamirano.
“Las policías políticas llegaron a controlar las finanzas de Oaxaca”, agregó.
Tal dictadura policíaca, trata entre otras cosas, de hacer una operación limpieza, que auspiciada en la bandera de la lucha contra el crimen organizado y sus unidades violentas, pretendería eliminar a líderes estatales incómodos, o también se buscaría aparentar causas ajenas a las reales, como supuestas migraciones o desapariciones de los eliminados.
Incluso, el exdirector de comunicación de la Procuraduría General de la República (PGR) pronosticó que pueda haber ayuda de personajes con liderazgo de izquierda que podrían colaborar con información sobre líderes sociales para que sean liquidados.
Y es que además, la dictadura policíaca civil que alertó, incluirá espionaje a diversos sectores sociales: “Habrá espionaje financiero y empresarial, además del que ya existía desde antes, el político”, añadió el exrecluido político del Palacio Negro de Lecumberri.
En tal sentido, el también escritor detalló que tal espionaje puede usarse perversamente para extraer información que sirva a delitos tales como el secuestro, ya que recordó que más del 14 por ciento de secuestros en el país son realizados por policías. “Está comprobada plenamente dicha cifra”, añadió.
Por tanto, el panorama que el economista prevé para Oaxaca es sangriento y de desestabilización, más que únicamente ensombrecedor.
Además, consideró que con la salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) vendrán nuevos reacomodos no sólo de índole política y social, ya que además de la dictadura moderna que pronostica, teme que existan negociaciones policiacas con organizaciones dedicadas al narcotráfico.
En su parecer, tal hecho introduciría a Oaxaca en la ola de violencia generalizada que padece el país intensamente en algunas regiones del norte. Consideró que el estado es un punto de tránsito de drogas al norte de la república imprescindible, por lo que con una negociación con bandas podría implicar acontecimientos de inseguridad para cualquier ciudadano.
Ante tal escenario, Campos Lemus no logra mirar alguna defensa para la ciudadanía local, puesto que “únicamente quedaría una revolución armada”, la cual no vio viable.
El dueño de múltiples medios de comunicación masiva en algunas entidades del país también advirtió sobre la inexistencia de un verdadero cambio estructural, ideológico y programático que posibiliten una verdadera alternancia democrática en el estado.
Y en cuanto a los personajes que integran el gabinete legal y ampliado habló “son las mismas gatas pero revolcadas” por lo que no mira ningún cambio real y consistente en el ambiente político hacia una democratización.
Aunque destacó que Gabino Cué Monteagudo es una persona que ha tratado y en lo personal es un hombre de buena fe, pero sostuvo que con los pactos políticos que tuvo que hacer para arribar al gobierno “habrán a su alrededor varias burbujas de poder”, lo que “es muy delicado”, advirtió.
Lo anterior causa que no lo ayudarán y le representarían un peso, teniendo por su parte intereses y objetivos particulares y distintos a los pretendidos por el nuevo mandatario estatal.
Cuestionado sobre el panorama que espera a la entidad, quien dijo tener relación con varios exgobernadores locales observó que arribarán al estado, dentro de la nueva administración gubernamental, personajes vinculados al gobierno federal y quienes comparten la visión de implantar una dictadura policíaca en todo el país.
Tales personajes que Campos Lemus ubicó a DESPERTAR son, entre otros, el Secretario de Seguridad Pública y el Secretario de Finanzas, Marco Tulio López Escamilla, y Gerardo Cajiga Estrada, respectivamente, vinculados al panista y expriista, Diódoro Carrasco Altamirano.
“Las policías políticas llegaron a controlar las finanzas de Oaxaca”, agregó.
Tal dictadura policíaca, trata entre otras cosas, de hacer una operación limpieza, que auspiciada en la bandera de la lucha contra el crimen organizado y sus unidades violentas, pretendería eliminar a líderes estatales incómodos, o también se buscaría aparentar causas ajenas a las reales, como supuestas migraciones o desapariciones de los eliminados.
Incluso, el exdirector de comunicación de la Procuraduría General de la República (PGR) pronosticó que pueda haber ayuda de personajes con liderazgo de izquierda que podrían colaborar con información sobre líderes sociales para que sean liquidados.
Y es que además, la dictadura policíaca civil que alertó, incluirá espionaje a diversos sectores sociales: “Habrá espionaje financiero y empresarial, además del que ya existía desde antes, el político”, añadió el exrecluido político del Palacio Negro de Lecumberri.
En tal sentido, el también escritor detalló que tal espionaje puede usarse perversamente para extraer información que sirva a delitos tales como el secuestro, ya que recordó que más del 14 por ciento de secuestros en el país son realizados por policías. “Está comprobada plenamente dicha cifra”, añadió.
Por tanto, el panorama que el economista prevé para Oaxaca es sangriento y de desestabilización, más que únicamente ensombrecedor.
Además, consideró que con la salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) vendrán nuevos reacomodos no sólo de índole política y social, ya que además de la dictadura moderna que pronostica, teme que existan negociaciones policiacas con organizaciones dedicadas al narcotráfico.
En su parecer, tal hecho introduciría a Oaxaca en la ola de violencia generalizada que padece el país intensamente en algunas regiones del norte. Consideró que el estado es un punto de tránsito de drogas al norte de la república imprescindible, por lo que con una negociación con bandas podría implicar acontecimientos de inseguridad para cualquier ciudadano.
Ante tal escenario, Campos Lemus no logra mirar alguna defensa para la ciudadanía local, puesto que “únicamente quedaría una revolución armada”, la cual no vio viable.
El dueño de múltiples medios de comunicación masiva en algunas entidades del país también advirtió sobre la inexistencia de un verdadero cambio estructural, ideológico y programático que posibiliten una verdadera alternancia democrática en el estado.
Y en cuanto a los personajes que integran el gabinete legal y ampliado habló “son las mismas gatas pero revolcadas” por lo que no mira ningún cambio real y consistente en el ambiente político hacia una democratización.
Aunque destacó que Gabino Cué Monteagudo es una persona que ha tratado y en lo personal es un hombre de buena fe, pero sostuvo que con los pactos políticos que tuvo que hacer para arribar al gobierno “habrán a su alrededor varias burbujas de poder”, lo que “es muy delicado”, advirtió.
Lo anterior causa que no lo ayudarán y le representarían un peso, teniendo por su parte intereses y objetivos particulares y distintos a los pretendidos por el nuevo mandatario estatal.
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