La vorágine de los despidos masivos de secretarios del gabinete gabinista no ha permitido analizar con detenimiento la situación.
Si bien es cierto que es un duro golpe a la credibilidad de un gobierno que le apostaba a la excelencia, también hay que revisar sus bemoles.
Ahora ya no parece tan fortuito que Gabino Cué haya enviado esa reforma a la Ley Orgánica que a la postre le resultó benéfica para sacudirse a tanta alimaña en su equipo.
Es decir, parece toda una estrategia para quitarse de enfrente los compromisos que hizo con partidos y grupos radicales.
¿Por qué si Alfredo Ahuja renunció, el PAN no propuso al sustituto?
¿Qué pasará el día de mañana, si Gabino destituye y exhibe como lo ha hecho a las propuestas del PRD, PT y PANAL que tienen cargos de secretarios del gabinete?
Toda una maraña de complicidades que denotan el tipo de gobierno que tenemos los oaxaqueños, todo un mosaico de intereses.
Ayer se presentó de nueva cuenta Diódoro Carrasco.
El señor de la Cañada viene a darle recetas de buen gobierno a su alumno, como todo un dueño y señor de la situación.
Grave error del cuicateco que más pronto que tarde le llenará de piedritas el riñón al gobernador, porque para nadie es grato que vengan a tu tierra a decirte cómo gobernar.
Y menos alguien que no fue precisamente un dechado de virtudes, si no pregúntenle a los presos Loxichas.
Ayer, la todavía Secretaria de Gobierno, Irma Piñeyro, le azotó la mesa a su jefe para exigir que sea ella y no Benjamín Robles, quien encabece las negociaciones políticas.
Dice que no se va a dejar de este personaje que tras bambalinas le mueve el tapete cada que puede.
El caso es que para todo mundo, la señora Piñeyro está de adorno en ese cargo.
Si bien es cierto que es un duro golpe a la credibilidad de un gobierno que le apostaba a la excelencia, también hay que revisar sus bemoles.
Ahora ya no parece tan fortuito que Gabino Cué haya enviado esa reforma a la Ley Orgánica que a la postre le resultó benéfica para sacudirse a tanta alimaña en su equipo.
Es decir, parece toda una estrategia para quitarse de enfrente los compromisos que hizo con partidos y grupos radicales.
¿Por qué si Alfredo Ahuja renunció, el PAN no propuso al sustituto?
¿Qué pasará el día de mañana, si Gabino destituye y exhibe como lo ha hecho a las propuestas del PRD, PT y PANAL que tienen cargos de secretarios del gabinete?
Toda una maraña de complicidades que denotan el tipo de gobierno que tenemos los oaxaqueños, todo un mosaico de intereses.
Ayer se presentó de nueva cuenta Diódoro Carrasco.
El señor de la Cañada viene a darle recetas de buen gobierno a su alumno, como todo un dueño y señor de la situación.
Grave error del cuicateco que más pronto que tarde le llenará de piedritas el riñón al gobernador, porque para nadie es grato que vengan a tu tierra a decirte cómo gobernar.
Y menos alguien que no fue precisamente un dechado de virtudes, si no pregúntenle a los presos Loxichas.
Ayer, la todavía Secretaria de Gobierno, Irma Piñeyro, le azotó la mesa a su jefe para exigir que sea ella y no Benjamín Robles, quien encabece las negociaciones políticas.
Dice que no se va a dejar de este personaje que tras bambalinas le mueve el tapete cada que puede.
El caso es que para todo mundo, la señora Piñeyro está de adorno en ese cargo.
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