Alternancia y transición o simple gatopardismo

Alfredo martínez de Aguilar/ Despertar

Oaxaca es la joya de la corona nacional. Lo fue del PRI, ahora, lo es de la oposición en el poder.

Históricamente Oaxaca ha sido laboratorio político nacional viviente y actuante. Es la constante.

Piedra de toque de la Independencia, de la Reforma y de la Revolución, santo y seña del devenir histórico global. Vértice y punto de encuentro de los tres Méxicos vasconcelianos. Faro de luz.

Estado mágico y hechicero más que surrealista, verdaderamente kafkiano o para algunos cacafkiano, en el que lo increíble se hace realidad y la realidad es increíble. Veamos si no es así.

La alternancia triunfa y se hace gobierno con el abierto y decidido apoyo del presidente Felipe Calderón y de Manuel Andrés López Obrador, pero al final se echa en brazos de Marcelo Ebrard.

Ausencia justificada la del segundo panista en Los Pinos por la Cumbre del Cambio Climático en Cancún, pero qué pensaría e informaría Francisco Blake a su jefe al ver a sus enemigos en pleno.

Inimaginable hasta este sexenio ver juntos comiendo en el mismo plato a ex gobernadores peleados a muerte, vetados constitucionalmente por igual que renegados y expulsados del PRI.

Por más increíble que parezca es la realidad oaxaqueña, contradictoria por antonomasia. Hijos putativos y bastardos del viejo y nuevo sistema político que no termina de morir ni de nacer.

Fiel reflejo de la ley universal de los contrarios. Todos los indígenas de los diversos grupos étnicos contra la vallistocracia y de los neocriollos de ésta contra todos los indios y yopes autóctonos.

Mantenerse o llegar a la residencia presidencial de Los Pinos bien vale la pena. Qué importa la convicción ideológica y los principios universales de honestidad intelectual y congruencia política.

Fácil, simple y sencillo prometer austeridad y luego olvidarse inmediatamente de ello. Finalmente el noble y generoso pueblo oaxaqueño no tiene memoria histórica, rápidamente olvida todo.

Nada tan práctico y pragmático que la simulación. Selección de los mejores hombres y mujeres a través de controles de confianza, dónde, cuándo, si a más de uno lo condena su pasado corrupto.

Finalmente eso no importa. El fin justifica los medios. Lectura equivocada a conveniencia del Príncipe de

Maquiavelo, porque la conditio sine qua non es que el fin atienda al bien común.

Asoman ya las primeras escisiones y fracturas en el naciente gobierno de la alternancia. Molesto, Pepe Murat toma distancia y hace sentir su ausencia, después de que sólo le otorgaron el Cobao.

Jesús Ortega Martínez, el Chucho mayor, todavía dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática, se lanza a la yugular del flamante secretario de Desarrollo Rural, Salomón Jara Cruz.

Acusar de cínico al senador con licencia por descalificar las alianzas, cuando formará parte de un gobierno emanado de la coalición del PRD, PT, Convergencia con el blanquiazul en el poder.

El dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) pone el huevo de la serpiente al descartar una eventual alianza con Acción Nacional en la elección presidencial del 2012.
Huevo de la serpiente de la ingobernabilidad que empollan los dirigentes de la Sección 22 del SNTE al enterarse que se entregó la secretaría de Gobierno a su archienemiga Elba Esther Gordillo.
Y aún falta por confirmar que el IEEPO, que se había prometido como cuota al magisterio, también forma parte del pago de facturas a la lideresa vitalicia del SNTE pasando por el ISSSTE nacional.
Así es que, al mejor estilo de los galleros, cierren las puertas, señores, y hagan sus apuestas: de la alternancia a la real transición democrática o a la parálisis y la inmovilidad y el gatopardismo.

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