Cogobernarán Oaxaca Ebrad y López Obrador

En la fase más álgida del prefabricado conflicto político-social del 2006, un grupo de gobernadores priistas, encabezados por José Natividad González Parás, propusieron que Ulises solicitara licencia.
Sin embargo, Ulises preguntó a sus colegas gobernadores y a los dirigentes nacionales del PRI, qué les parecería que entregara el Palacio de Gobierno de Oaxaca a Manuel Andrés López Obrador.
De esta manera, se diluyó la posibilidad de que se hiciera realidad la consigna de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y de la Sección 22 del SNTE ¡ya cayó, ya cayó, Ulises, ya cayó!
Ulises Ruiz, capitalizó a su favor la amenaza de la APPO de que si no caía éste irían tras el Presidente electo Felipe Calderón, quien tomaría posesión el 1º de diciembre en San Lázaro.
El panista Jorge Zermeño, líder de la Cámara de Diputados, reiteró que ayudaría que Ulises solicitara licencia, ya que un gobernador no está por encima de la tranquilidad de la sociedad.
Sin embargo, todo parece indicar que lo que hace cuatro años no pudo conseguir López Obrador, es decir, gobernar Oaxaca desde el Palacio de Gobierno, lo conseguirá a partir del 1º de diciembre.
Y no sólo lo hará López Obrador, sino también su principal enemigo, Marcelo Ebrard, porque Manuel Andrés no tiene adversarios ni contrincantes, sino enemigos a los que busca destruir.
Y ello, finalmente será posible el próximo sexenio, gracias a que, de hecho, cogobernarán con Gabino Cué, quien cada día fortalece su alianza con ambos y retoma sus programas populistas.
Para quien lo dude ahí están las últimas declaraciones, acciones y compromisos del gobernador electo de convertir en políticas públicas de su gobierno los programas de López Obrador y Ebrard.
Para no ir tan lejos, ayer mismo Gabino Cué Monteagudo y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, instalaron este miércoles la Comisión Mixta entre ambos gobiernos.
La Comisión trabajará en conjunto para conocer los programas exitosos del gobierno del DF y aplicarlos en Oaxaca. Ebrard respalda a Gabino, a quien apoyó con su presencia en su campaña.
Ante hechos no hay palabras. El 13 de noviembre, curiosamente el día que toman posesión los nuevos diputados locales de Oaxaca, Ebrard presentará aquí su fundación “Equidad y progreso”.
El fortalecimiento de las alianzas del gobernador electo Gabino Cué con Manuel Andrés López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón, en pago a que le ayudaron a ganar, lo pondrán en un brete.
¿A quién apoyará a la presidencia? Gabino sostiene que esperará la decisión de los partidos para decidir a cuál candidato apoyar, ya que con ambos mantiene una relación personal y política.
No obstante, a esta primera salida fácil sigue una más compleja y complicada al convertir el cogobierno de López Obrador y Ebrard a Oaxaca en arena de su lucha a muerte por la presidencia.
Esta coyuntura política traerá consigo una nueva dinámica de división y confrontación entre las y los oaxaqueños, particularmente entre los oposicionistas seguidores de Manuel Andrés y Marcelo.
Por tal motivo, mucho cuidado deberá tener Gabino para evitar que lo cilindreen y aceleren aprovechando su deseo de transitar de la simple alternancia a la democracia plena de Oaxaca.
Después de nueve años en campaña, seis por la gobernación de Oaxaca, que finalmente alcanzó, Gabino no puede dilapidar el bono democrático que le otorgaron los oaxaqueños el 4 de julio.
Echarse exclusivamente en brazos de López Obrador y Ebrard llevará a Gabino a tirar a la basura las expectativas de cambio con el consecuente desencanto ciudadano. Y no se votó por esto.

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