Primero el Plan de Gobierno, después los colaboradores

Alfredo Martínez de Aguilar/ Despertar



Día de claroscuros el de ayer empezando por las comparecencias de los titulares de la Cotran, Gonzalo Ruiz; Miguel Ángel Ortega, Finanzas, y Secretaría General de Gobierno, Evencio Martínez.
Ruiz Cerón reconoció la corrupción en el manejo de las concesiones del transporte; Ortega Habib, por fin, se decidió a aclarar paradas; y con toda razón Evencio afirmó que tiene las manos limpias.
Sin restar méritos a los diputados coaligados ni mucho menos regatearles su derecho y obligación a cuestionar a los funcionarios, no deben olvidar que con la vara que miden serán medidos.
Por otro lado, a más de una semana de tomar posesión como gobernador constitucional, Gabino Cué empieza a enviar positivas señales de lo que podría ser y hacer el gobierno de la alternancia.
Inicialmente, a primera hora, el gobernador electo recibió este lunes el proyecto para el Plan de Gobierno 2010-2016, donde fue fundamental la participación ciudadana para su creación.
El documento fue entregado por el equipo de coordinadores del programa Democracia y Participación Ciudadana del Gobierno electo, Víctor Raúl Martínez Vásquez y Fausto Díaz Montes.
Posteriormente, un paquete de reformas con miras al inicio de su gestión, que será turnado a las comisiones para el análisis y, en su caso, aprobación por el pleno de la LXI Legislatura Local.
Las propuestas fueron entregadas por el gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo, al presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXI Legislatura, Martín Vásquez Villanueva.
Sin ser ambos documentos la panacea que resolverá con una varita mágica los múltiples, complejos y ancestrales problemas de Oaxaca, no dejan de ser interesantes sus propuestas.
Lo son especialmente porque, por un lado, son punto de partida de la anhelada democracia participativa más allá de las urnas y, por otro lado, de la urgente modernización gubernamental.
No basta, sin embargo, impulsar reformas legales, si no hay la voluntad política permanente en los titulares de los tres poderes constitucionales del Estado de Oaxaca para darles eficacia y eficiencia.
Hoy, el gobierno de la alternancia que encabezará Gabino Cué tiene la gran oportunidad histórica y la obligación social de hacer realidad las enormes expectativas de cambio efectivamente real.
Y para conseguirlo, amén de impulsar la modernización de la estructura gubernamental para eficientar la administración pública estatal, es vital la acertada selección de sus colaboradores.
Esta última decisión será, a querer o no, la medida del éxito o fracaso del gobierno de la alternancia para pasar de la transición a la consolidación de la normalidad democrática.
Es ya, de entrada, un acierto que Gabino Cué recupere la metodología de la estrategia de definir, primero, el programa de gobierno, y después a los hombres y mujeres que colaborarán con él.
No guste o no, esta sabia estrategia es la que permitió a los viejos políticos del Partido Revolucionario Institucional construir este país hasta que los perdió la soberbia y la ambición.
Como es lógico y natural, como resultado de la escandalosa corrupción nacional sin límites, los priistas perdieron el poder presidencial en el 2000 y la alternancia llegó para quedarse.
Es de lamentar que los dos gobiernos panistas de la alternancia hayan generado el mayor desencanto ciudadano de la historia, lo que posibilita el retorno del PRI a la presidencia en 2012.

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