Vital mayor presupuesto federal; un acto de justicia

Alfredo Martínez de Aguilar/ Despertar

El pecado original de México es su incongruente ingeniería constitucional. Afirmamos que somos una república federal, sin embargo, tenemos el diseño político de una confederación de Estados.
Pero en la real politik todavía hay algo peor al contar con un gobierno de tipo centralista, que atenta contra la autonomía de los estados y municipios, pese a reconocer soberanía a los estados.
Como es lógico y natural, estamos hechos bolas en el ejercicio de las funciones de los poderes en materia de subordinación, supraordenación o coordinación entre la Federación y los Estados.
Uno de los aspectos más visibles de este desmadre legal se observa en la evidente, pública y notoria inequidad de que secularmente son objeto los estados del sur-sureste presupuestalmente.
Es innegable, objetivamente, que uno de los estados más castigados por el olvido permanente de la Federación ha sido Oaxaca, a pesar de la enorme deuda histórica que tiene el país con éste.
Es de lamentar que, primeramente, los presidentes priistas y actualmente los panistas no han ocultado su aversión y temor a Oaxaca y a los oaxaqueños tras gobernar el país casi medio siglo.
La asimetría en materia de crecimiento y desarrollo económico es evidente entre los estados del norte y del centro, y los del sur-sureste, con todo y que estén dedicados a trabajar, pensar y soñar.
A la luz de esta realidad político-social reviste importancia trascendental que la mayoría priista en la Cámara de Diputados federal apoye la demanda de Gabino Cué para aumentar el presupuesto.
Lograr los 52 mil millones de pesos que demanda Oaxaca por conducto del gobernador electo sería un acto de estricta justicia, dado que es vital para el Estado contar con mayor presupuesto.
Ganar esta batalla presupuestal requiere indispensablemente de la actuación de Gabino Cué con inteligencia y humildad para cerrar filas, en principio, con la diputación federal oaxaqueña.
Hacerlo es obligado por convicción y conveniencia porque los priistas cuentan con la mayoría abrumadora en la Cámara Baja del Congreso de la Unión y es la que aprueba el presupuesto.
Ignorarlo por soberbia o ingenuidad manteniendo una actitud de confrontación innecesaria tendrá ante todo un alto costo para Oaxaca y en consecuencia para el primer gobierno de la alternancia.
El líder del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, informó que la propuesta de Gabino se analizará con los diputados federales oaxaqueños, que coordina Héctor Pablo Ramírez Puga.
Al recibir a Gabino, aseguró que en el reparto de las partidas presupuestales de la Federación la mayoría priista le dará el mismo trato que a los mandatarios de los estados que lo han visitado.
Rojas sostuvo que el PRI “dará la vuelta a la página” tras las controvertidas elecciones del 4 de julio y ofreció que “velarán por el bienestar de todos los mexicanos, sin una visión de partido”.
Además del obligado cabildeo con los líderes del PRI en la Cámara Baja y de la fracción federal oaxaqueña, Gabino necesariamente tendrá que negociar con los priistas para que le apoyen.
Si Gabino no se impone a los partidos que le llevaron a la gobernación, la negociación se complicará y será muy difícil que el PRI apoye la gestión presupuestal de 52 mil millones de pesos.
Es la única opción que tiene Gabino, ya que enterado que se ha echado en brazos de Ebrard y López Obrador Calderón propuso un presupuesto de escasos 26 mil millones de pesos para 2011.

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