El gobernador Ulises Ruiz aseguró que su administración dejará finanzas sanas y activos con un valor sin precedente, resultado de nuevos esquemas de financiamiento, ante la carencia o la estrechez de los recursos fiscales; sostuvo que encauzó a Oaxaca por la senda del diálogo y la democracia, sin asumir actitudes populistas o la simulación de consultas a personas sin autoridad o grupos protagónicos: “Hicimos lo que los oaxaqueños demandaron”, afirmó
Con un hasta pronto y un nudo en la garganta que lo obligó a tomar agua tres veces, el gobernador del estado, Ulises Ruiz Ortiz, envió ayer un mensaje al pueblo de Oaxaca con motivo de su sexto y último informe de gobierno en el que ratificó que su única aspiración fue servir a los intereses del pueblo y respetar su verdadera voluntad: “He demostrado en mi vida pública que sirvo lealmente a mi patria, a Oaxaca y a la libertad que amo”, sostuvo.
Con un Zócalo blindado a una cuadra a la redonda por elementos de la policía estatal, el Ejecutivo del Estado se despidió frente a los oaxaqueños con el manifiesto de que por vocación política siempre priorizó la conciliación y el acuerdo; practicó como método la tolerancia y honró la política como instrumento soberano para la transformación de la sociedad y el bienestar de la gente.
Frente su esposa, Lourdes Salinas de Ruiz, y de sus hijos Lila y Ulises, así como funcionarios del gobierno estatal, políticos y amigos, el aún mandatario llamó ignorantes a quienes a través del descrédito emitieron apreciaciones basadas en la descalificación de un ejercicio en el que Oaxaca es pionero y ejemplo en el país.
“Es absurdo e incluso resultado de la ignorancia, pretender el descrédito de un gobierno que ha tenido la iniciativa de subsanar las carencias presupuestales con esquemas generalizados en el mundo financiero moderno y que están adoptando gobiernos estatales que quieren acelerar su desarrollo”, indicó.
En medio de protestas que, desde afuera del Museo del Palacio, provocaron la movilización de asistentes, Ruiz Ortiz añadió: “No creo en la confrontación de ningún tipo, ni acepto la violencia como método para obtener cualquier resultado. He sabido ser tolerante para escuchar a todos, tender mi mano franca y aceptar con firmeza las críticas o las adversidades, que no han sido menores”, aseveró.
Con gritos de la Sección 22 del SNTE que reclamaban “justicia” y castigo contra los responsables del conflicto social de 2006, el mandatario estatal reiteró que por encima de los momentos “ingratos”, hay una solvencia de los días y las horas en que se celebraron los triunfos de la gente y los logros de Oaxaca.
Con el respaldo de los gobernadores de Coahuila, Humberto Moreira; de Tamaulipas, Eugenio Hernández; de Puebla, Mario Marín; de Tabasco, Andrés Granier, de Tabasco; de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio, y de Veracruz, Fidel Herrera, reiteró que concluye su mandato con la alegría del deber cumplido, con la humildad de un político que entiende que la soberbia o el autoritarismo no son virtudes ni enaltecen a nadie.
Por el contrario, resaltó que “he estimado siempre que la amistad, la alegría y la cordialidad. Son valores universales que aquí hemos querido honrar todos los días. Los hombres de la Reforma y la Revolución construyeron este país y sus ideales le han dado viabilidad a la patria, que no inicia con el cambio de un gobierno”, dijo.
El mandatario estatal consideró que Oaxaca y los estados de Zacatecas, Hidalgo, Nuevo León, Durango y el Estado de México han promovido las asociaciones público-privadas y los proyectos de prestación de servicios para grandes administrativas de gobierno: tratamiento de afluentes; ampliación y modernización de vialidades; libramientos, puentes vehiculares y carreteras; infraestructura cultural y hospitales.
Tras detallar los logros de su gobierno a los largo de seis años en materia de salud, infraestructura, educación, combate al analfabetismo, erradicación de la pobreza y reformas constitucionales, dijo que cumplió con el mandato que el pueblo le confirió: “Vencimos resistencias, vicios, corrupción e intereses creados de distintos ámbitos”.
Al considerarse un hombre de instituciones y que ha luchado por fortalecerlas, el Ejecutivo señaló que éstas se crearon como resultado de exigencias populares y se fortalecieron con el pensamiento de Juárez, pues indicó que no admitieron que se siguieran socavando como en los años recientes.
Precisó que el trabajo que realizaron a lo largo de seis años fue pensando en el estado, sus etnias, las ocho regiones, los 570 municipios y en sus miles de pueblos: “Nunca cuidando lo personal ni mi prestigio”.
A unos días de entregarle la estafeta al Gobernador electo, Gabino Cué Monteguado, agradeció a los políticos de su partido, el Revolucionario Institucional, por la solidaridad que, dijo, le mostraron, al tiempo que ofreció gratitud a los gobernadores que le ofrecieron palabras de aliento.
“En suma, mi gratitud a todos los que han estado conmigo y a quienes no lo han estado. Con todos hemos logrado dar un paso muy grande en la superación de nuestra vida común. Gracias a mi esposa por su compañía y el compromiso entregado a la población vulnerable, quien recibió beneficios sin precedentes”, apuntó.
Con la atención de cientos de oaxaqueños que se enlazaron a través de una conexión estatal, multiplicó sus agradecimientos a sus hijos, Lila y Ulises, por el estímulo que le mostraron al realizar su trabajo por Oaxaca.
Finalmente, con la atención de todos los asistentes, quienes demostraron sorpresa y hasta ceños de admiración por la interrupción forzada que le provocó el nudo en la garganta y la voz quebrada durante los últimos segundos de su discurso, que obligaron al mandatario a tomar agua tres veces, Ulises Ruiz Ortiz finalizó: “Mi única aspiración fue servir a los intereses del pueblo y respetar su verdadera voluntad”.
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