(A los familiares y amigos de Felipe y de Darío. Un abrazo solidario en estos momentos difíciles)
Al presagiar quizás el fracaso del rotundo fracaso del cambio tras la alternancia del primer gobierno panista, millones de mexicanos reclamaron a Vicente Fox Quesada que no les fallara.
La noche del 2 de julio, en la fiesta de celebración de la victoria en el Ángel de la Independencia, un grito salido de miles de gargantas llamó la atención de Fox: “No nos falles”, le dijeron.
Lamentable y dolorosamente Fox sí les falló. Amarga experiencia la del desencanto ciudadano por la irresponsable frivolidad de Chente y la escandalosa corrupción de Martha y sus hijos.
Oaxaca empieza a vivir la alternancia con los partidos que llevaron al triunfo a Gabino Cué en coalición, a quien es necesario recordar que no tiene derecho a fallar a los oaxaqueños.
Y no puede ni debe fallar porque tendrá a su disposición un presupuesto de alcance histórico, sin precedente alguno: 58 mil millones de pesos, diez mil millones más que los 48 mil de este año.
En Transferencias Federales se definieron más de 10 mil 100 millones de pesos en las negociaciones, pues en este apartado sólo se consideraban un mil 290 millones de pesos.
Ciertamente, para resolver los ancestrales problemas de Oaxaca no basta contar con cantidades multimillonarias de dinero, dada su multiplicidad y complejidad secular, pero sí ayuda en mucho.
De poco o nada servirá la alternancia, si paralelamente al cambio de gobierno no se da ante todo un cambio de actitud que hace falta de manera urgente a Oaxaca y a las y los oaxaqueños.
Este cambio de actitud debe prevalecer en todo momento en el nuevo gobierno, a fin de ser congruente en su crítica a la soberbia, prepotencia y abusos de muchos funcionarios priistas.
Con inteligencia, humildad y sencillez en el ejercicio del poder, no sólo de Gabino, sino de su gabinete, será de mayor utilidad el monto histórico del presupuesto federal del próximo año.
La mayor demostración del éxito a conseguir con esta actitud es la obtención de los 58 mil millones de pesos, gracias al cabildeo con los diputados federales en el Congreso de la Unión.
Sería una actitud muy mezquina dejar de reconocer, a querer o no, la definitiva y definitoria participación de la bancada del PRI en general y en especial de la diputación federal oaxaqueña.
Gabino reconoce el intenso cabildeo y negociación por parte de los gobiernos saliente y entrante de Oaxaca, y la suma de esfuerzos de los diputados de todas las fracciones parlamentarias.
Destaca la inversión prioritaria en materia de salud, educación e infraestructura carretera, así como la inversión en desarrollo social, proyectos que son indispensables, por vitales, a Oaxaca.
La historia ha demostrado que las vías de comunicación son las arterias y venas del progreso y desarrollo económico de los pueblos; de ahí la importancia de la infraestructura carretera.
El rezago histórico en esta última materia, se agravó en el caso de las diversas regiones de Oaxaca, debido a los cuantiosos daños provocados en las carreteras y puentes por las torrenciales lluvias.
Indispensable es, al mismo tiempo, en este sentido, avanzar sustancialmente en la construcción de las súpercarreteras a las regiones del Istmo y la Costa para detonar su potencial económico.
En este apartado en particular, se suman 4 mil 240 millones de pesos de inversión privada, recursos que se aplicarán en las súper carreteras al Istmo, a la Costa y las centrales eólicas.
director@diariodespertar.com.mx
Al presagiar quizás el fracaso del rotundo fracaso del cambio tras la alternancia del primer gobierno panista, millones de mexicanos reclamaron a Vicente Fox Quesada que no les fallara.
La noche del 2 de julio, en la fiesta de celebración de la victoria en el Ángel de la Independencia, un grito salido de miles de gargantas llamó la atención de Fox: “No nos falles”, le dijeron.
Lamentable y dolorosamente Fox sí les falló. Amarga experiencia la del desencanto ciudadano por la irresponsable frivolidad de Chente y la escandalosa corrupción de Martha y sus hijos.
Oaxaca empieza a vivir la alternancia con los partidos que llevaron al triunfo a Gabino Cué en coalición, a quien es necesario recordar que no tiene derecho a fallar a los oaxaqueños.
Y no puede ni debe fallar porque tendrá a su disposición un presupuesto de alcance histórico, sin precedente alguno: 58 mil millones de pesos, diez mil millones más que los 48 mil de este año.
En Transferencias Federales se definieron más de 10 mil 100 millones de pesos en las negociaciones, pues en este apartado sólo se consideraban un mil 290 millones de pesos.
Ciertamente, para resolver los ancestrales problemas de Oaxaca no basta contar con cantidades multimillonarias de dinero, dada su multiplicidad y complejidad secular, pero sí ayuda en mucho.
De poco o nada servirá la alternancia, si paralelamente al cambio de gobierno no se da ante todo un cambio de actitud que hace falta de manera urgente a Oaxaca y a las y los oaxaqueños.
Este cambio de actitud debe prevalecer en todo momento en el nuevo gobierno, a fin de ser congruente en su crítica a la soberbia, prepotencia y abusos de muchos funcionarios priistas.
Con inteligencia, humildad y sencillez en el ejercicio del poder, no sólo de Gabino, sino de su gabinete, será de mayor utilidad el monto histórico del presupuesto federal del próximo año.
La mayor demostración del éxito a conseguir con esta actitud es la obtención de los 58 mil millones de pesos, gracias al cabildeo con los diputados federales en el Congreso de la Unión.
Sería una actitud muy mezquina dejar de reconocer, a querer o no, la definitiva y definitoria participación de la bancada del PRI en general y en especial de la diputación federal oaxaqueña.
Gabino reconoce el intenso cabildeo y negociación por parte de los gobiernos saliente y entrante de Oaxaca, y la suma de esfuerzos de los diputados de todas las fracciones parlamentarias.
Destaca la inversión prioritaria en materia de salud, educación e infraestructura carretera, así como la inversión en desarrollo social, proyectos que son indispensables, por vitales, a Oaxaca.
La historia ha demostrado que las vías de comunicación son las arterias y venas del progreso y desarrollo económico de los pueblos; de ahí la importancia de la infraestructura carretera.
El rezago histórico en esta última materia, se agravó en el caso de las diversas regiones de Oaxaca, debido a los cuantiosos daños provocados en las carreteras y puentes por las torrenciales lluvias.
Indispensable es, al mismo tiempo, en este sentido, avanzar sustancialmente en la construcción de las súpercarreteras a las regiones del Istmo y la Costa para detonar su potencial económico.
En este apartado en particular, se suman 4 mil 240 millones de pesos de inversión privada, recursos que se aplicarán en las súper carreteras al Istmo, a la Costa y las centrales eólicas.
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