¿Quién es el Nerón político que pretende incendiar Oaxaca?

La aplastante fuerza político-económica de la avasallante globalización se estrella contra la magia de la cosmovisión de los pueblos originarios de Oaxaca. El Estado de Oaxaca es único y hechicero.
Y no sólo se trata de los usos y costumbres degenerados en abusos, particularmente contra las mujeres, a quienes se trata como objetos, sino también de la ancestral cultura de la muerte.
En plena era de la globalización, los oaxaqueños seguimos siendo seguidores de la deidad de la muerte y del inframundo mixteco-zapoteco Pitao Pecelao, también denominado “Trece Mono”.
Y de la pareja del representado con el murciélago, la calavera y el tecolote, Xonaxi Queculla, también deidad de la muerte y el inframundo, “Once Muerte” o “Señora de la red de carne”.
De ahí que, además de su falta de poder coercitivo, las recomendaciones estatales y nacionales de derechos humanos incluyendo las de la propia ONU no tengan ningún sentido en el Estado.
Nuevo baño de sangre en Oaxaca. En menos de 24 horas ejecutan a los dirigentes del CODECI, Catarino Torres Pereda, y a Heriberto Pazos Ortiz, del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui.
Dados estos sangrientos acontecimientos, obligado es preguntar, quién es el Nerón político que incendia Oaxaca a poco más de un mes de que asuma el poder el gobierno de la alternancia.
Los enemigos de Ulises Ruiz Ortiz insisten en culparle de ambos crímenes políticos, lo que cae por su propio peso, porque estando en la mira de todos, hacerlo sería una estupidez mayúscula.
Corresponde, sin embargo, resolver ambos casos a las autoridades ministeriales estatales y federales, si éstas deciden atraerlos o como coadyuvantes de la Procuraduría de Justicia local.
Lo cierto, es que la ejecución de los dirigentes del CODECI y del MULT pone de manifiesto que finalmente estalló la guerra a muerte entre los cárteles políticos que siguen disputándose Oaxaca.
Por más increíble que parezca, no hay que descartar, desde luego, en la ejecución de los líderes del Comité de Defensa Ciudadana y del MULT, una Operación Limpieza. La realidad suele ser cruel.
En tales condiciones, obligado es preguntar al igual que en las novelas policiacas clásicas: ¿A quién o a quiénes benefician los asesinatos de Catarino Torres Pereda y de Heriberto Pazos Ortiz?
Por el modus operandi de ambos crímenes, es indiscutible que se trata de ejecuciones típicas, debidamente planificadas por autores intelectuales que pretenden incendiar, otra vez, a Oaxaca.
Las acciones concertadas fueron ejecutadas por profesionales, según lo revela su actuación al intervenir en ambos casos dos matones que hicieron dos y tres disparos, respectivamente.
Presumiblemente, los autores intelectuales pueden ser políticos priistas o ex priistas, enemigos de Ulises, que buscan sepultarlo políticamente al seguir satanizándolo nacional e internacionalmente.
Otra línea de investigación a no descartar es que la autoría intelectual pudiera provenir de instancias federales para culpar a Ulises Ruiz y limpiar de líderes incómodos al nuevo gobierno.
Hay diversos elementos de juicio objetivos que fortalecen ambas hipótesis, en virtud de que su modus operandi es similar, al actuar con toda impunidad en pareja, tipo policía, a plena luz del día.
No hay que descartar, por supuesto, la línea de investigación del odio y la sed de venganza de las numerosas víctimas de Catarino Torres Pereda y de Heriberto Pazos Ortiz, a quienes dañaron.

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